c c c La Feria De La Mamada: |A| |400| |Añ|Os| |...| |La| |Le|YeN|dA| |dE| |La| |MaN|cHa|

martes, noviembre 15, 2005

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“Cuentan las leyendas que hace tiempo
mucho tiempo atras
donde la mente duerme y nada es real

Existió una tierra al norte del tiempo
al este de la realidad
donde los libros
abren la puerta, a un mundo, por llegar.

Si duermes tu mente y dejas tu alma volar
caballero serás
y tu sueños se harán realidad"

Recuerdos que nacen de un favor. Beto me llamo para pedirme el favor de hacer su tarea a cerca del libro: “El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha”. Tomando en cuenta que yo ya lo había leído me dispuse a hacer una pequeña reseña del capitulo I y II. Según esto por que en este año se cumplen 4 centenarios desde el titulo original. A lo que la feria de la mamada hace un tributo, por asqueroso que sea, a este librote.

Me vinieron varios recuerdos a cerca de este libro. Las grandiosas y divertidas de este cabrón fueron por mas de 1 mes un delirio para mi. Hasta frases me enseñe a decir, las cuales, ahora son usadas para conquistar damiselas. Así que aquí dejo mi quezque reseña. Si esta muy puteada es por que tenia sueño y además no soy muy bueno para eso, pero de todas maneras es algo digno de contar:



CAPITULO PRIMERO:
“Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo
don Quijote de la mancha.”


“En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…” Las primeras líneas que dan comienzo a la novela de caballería que Alonso Quijano eligió para ocupar su tiempo y dormir su mente. Un hidalgo de escala socio-económica mediana. Alonso Quijano de alrededor de 50 años, que ocupaba su tiempo en ejercicios de caza, mientras que su obligación, con la ayuda de su ama de llaves, una sobrina de corta edad y un mozo, solía ser la administración de su hacienda. Sus ratos de ocio se basaban en leer libros de caballerías, los cuales apoderándose prontamente de su mente, se volvieron tan importantes al grado de vender muchos de sus bienes para comprar más libros. Entre debates con los vecinos, acerca del mas o menos afamado caballero de aquellos libros, y lecturas arduas, donde sacrificaba tanto sus horas de vida, tanto de día como de noche. Sobre libros de caballeros sucedió muchas horas de su tiempo hasta el día en que perdió el juicio y la razón. Su mente divagaba tan hondo entre las paginas de los libros que se veía a si mismo dibujado en muchas historias que, sin ya uso de razón, se dispuso a convertirse en caballero andante para gloria suya y de su tierra.

Su primer paso fue obtener, como buen hidalgo, su arma y una protección de amplio orgullo, que le pudiera dar apariencia de honorable. Espada, casco y peto formaron parte de su indumentaria, para luego tomar como trono de andanzas a su fiel corcel, un rocín de poca montadura, pero no por eso menos servible. Después de muchas horas de imaginación, se permitió bautizar a su caballo como Rocinante. Una vez con armas, protección y transporte, voló su mente hasta adoptar un nombre, que como otros caballeros, debía ir precedido por el nombre de su patria o tierra en cuestión. Al final de muchas opciones, se autonombro “don Quijote”, seguido por su potestad. Quedando marcado con el nombre de “don Quijote de la mancha”

Ahora bien, según las tradiciones de los caballeros había que tener un amor que defender, alguna dama a quien darle cuentas de sus honorables acontecimientos. La damisela en cuestión fue una moza labradora de la que estuvo algún día enamorado: Aldonza Lorenza. Nombre del cual don Quijote hizo caso omiso, para encaminar su nuevo nombre, según el, al de su futura gran señora. Dulcinea del Toboso tuvo a llamarla desde ese entonces.

CAPITULO SEGUNDO:
“Que trata de la primera salida que de su tierra hizo
el ingenioso don Quijote”


Una vez realizadas las primeras leyes que dicta la caballería, se dispuso, apresuradamente, sin dar cuentas a nadie de su actual posición, a salir por todo el mundo a hacer de buen samaritano, Ser el rescate, el alivio y la salvación de muchos era una mas –de las tantas– cedulas en su contrato como caballero. Tomo todas sus armas y elevado sobre su enjuto Rocinante se encamino a correr un sin numero de aventuras dignas de contar.

Tomó camino fuera de sus aposentos hasta encontrarse divagando sobre el ancho campo. Dándose cuenta de su obligación, según ley, de caballero, el no podía tomar armas con ningún caballero, y si lo debiera hacer seria, sin designio en su escudo, hasta que lo ganase por la propia fuerza de su brazo. Sumergido en su locura se encamino a buscar al primero que encontrara para armarse con todas las de caballero.

Sobre el camino, ensimismado, se imaginaba ya todo un famoso hidalgo, del cual se hablase en grandiosas y épicas historias no sin olvidarse de su fiel compañero de andanzas: Rocinante.

Mientras clamaba por el amor de su adorada dulcinea, entre otra muchas mas barbaridades, se dio cuenta que no pasaba nada de lo cual pudiera demostrar su valor. De medio día a anochecer se fue aquel día. Entre hambre y sed se hallaron don Quijote y su valiente corcel, que ya buscaban algún lugar donde pudieran cesar su necesidades.

En la lejanía se encontraron con un mesón, que con la retorcida mente de don Quijote, se convirtió en un esplendoroso castillo con sus altivas torres y sus prodigioso porte. Al igual que la fachada, las personas ahí encontradas se figuraron como la más pura exageración de la realidad. Haciendo cumplidos, con el más arcaico de los lenguajes (por inspiración de los libros) a unas mozas que se encontraban en la entrada, y, confundiendo al vendero con un castellano se dispuso a pedir posada para cubrir el hambre del que era victima.

Así pues, entro a la venta y sentándose a recibir el mas austero de los alimentos confundiéndolos, una vez mas, con grandes manjares y a las mozas con reales damas. Ocurriendo todo esto sabía que aun no podía armarse legítimamente como caballero hasta no recibir la divina orden de caballería.


Esto claramente puede ir acompañado por el disco del Mago de Oz titulado: La Leyenda de la Mancha. Un disco Conceptual, basado en el gran libro del compa “Micky Cervantes.”

“Si crees que todo cuanto has escuchado
no tiene contigo nada que ver,
estás amigo equivocado,
párate a ver, párate a ver.

Todos soñamos con ser
un caballero y tener
algo por lo que luchar
y un amor que defender.”