c c c La Feria De La Mamada: |CuL|pA|bI|Li|DaD|

sábado, noviembre 12, 2005

|CuL|pA|bI|Li|DaD|

El martes un mensaje donde me decía (escribía) una frase que no había mencionado hasta ahora: “no sabes como te extraño.” El “te extraño” era común (en realidad no tanto), pero ya lo había leido antes. Esta vez note las letras con un cargo de conciencia implícito.

El jueves una llamada de un teléfono publico a mi celuloco (6:06 p.m.) para decirme que me amaba y demás cosas por el estilo. Digo, se agradece el detalle pero es cosa, que ni en el caso mas urgente había llegado a hacer. Ni cuando necesitaba algo me llamaba. Solo mandaba un mensaje y yo tenia que regresar la llamada... pffftt.


Ese mismo jueves por la noche, otro un mensaje donde me pedía disculpas de marcarme e incomodarme (según ella), a lo cual le conteste que no había bronca, que de cierta manera me había alegrado que llamara ya que, mas o menos, desde febrero que no marcaba a mi celular, y eso hacia mas especial la llamada.

No se, también llego a pensar un resto de pendejadas que seguirán como disculpa. Llego a pensar, de una manera muy exagerada, que habrá proposición de sexo. El cual rechazare, no por orgullo, mi orgullo siempre ha valido puritita chingada y a pasado a segundo termino (o tercero), pero como dijera el “DamnifiCAníbal” en uno de sus mas afamados y favoritos post, según yo, el Chad.

Julio del 2003:

Mireille, quiero tu opinión de esto.(risita vengativa...).

Wey, y que el sexo sea delicioso, sin intenciones escondidas. Que si quieres hacer la posición del tornillito japonés con cien lagartijas (*), no haya ninguna bronca. Y si alguno de los dos no quiere, que tampoco haya pedo, que el otro no sienta que se le desprecia, que ya hay un tercero, que ya no se le encuentra atractivo. En fin, todo el cúmulo de pendejadas que tienden a florecer. El sexo es para darnos placer no para comprar, convencer, chantajear.”
–palabras de sabiduría pinche canibal


Así que, a pesar de que ya muchas veces me siento desesperado, quiero sexo. Pero no por un sentimiento de culpabilidad, sino por el simple hecho de que nos deseamos y queremos compartir placeres. Además de que me sentiría comparado o con le miedo de que me pueda confundir o este pensando en aquel jijo de su pinchurrienta madre. No un quiero un enmendamiento por culpabilidad.

Pensándolo bien, tal ves me estoy sugestionado a que ella se sienta culpable y por eso hace esto.